Transmisión de datos

En segundo lugar se realiza la transmisión de los datos recopilados a través de las redes de comunicación, permitiendo la transmisión de la información a servicios centrales y plataformas de almacenamiento, o bien facilitando la comunicación entre los propios dispositivos inteligentes. Esto se lleva a cabo mediante una combinación de infraestructura inalámbrica, móvil y fija dependiendo de las necesidades de movilidad, ancho de banda y latencia de la aplicación en concreto. En algunos casos las redes inalámbricas y móviles serán las únicas de las que se disponga y las que verdaderamente ayudan a completar el concepto desde el prisma de la ubicuidad. Es por ello que este apartado se centra especialmente en ellas. La arquitectura de esta red será muy variada. Por ello, muchos de los esfuerzos de investigación y desarrollo tecnológico están dirigidos hacia los protocolos de comunicación inalámbricos. Por regla general, los sensores transmitirán la información a través de protocolos ligeros a coordinadores o gateways que a su vez enrutarán los datos a través de líneas móviles o fijas y lo harán llegar a las bases de datos y plataformas que faciliten la provisión de los servicios.

En esta arquitectura hay que destacar que, en algunas ocasiones, los propios sistemas de sensado van provistos de cierta inteligencia y son capaces de actuar de manera autónoma para proveer ciertos servicios o partes del servicio sin la necesidad de conectar con el servidor central. Un ejemplo en este sentido podría ser el de los sistemas de riego, que podrían activarse con una programación horaria que también tuviera en cuenta la humedad del ambiente, por lo que cierta parte del servicio, con su lógica o inteligencia, podría funcionar de manera autónoma sin necesidad de conectar con un servidor central. De manera adicional el sistema podría ser activado remotamente, o reportar datos al sistema central con el fin de utilizarlos posteriormente para analizar la manera de optimizar el mantenimiento de los jardines, aprender del uso, etc. Por lo que en cualquier caso, el hecho de disponer de la conectividad a la Red es lo que lo dotaría de toda su funcionalidad “smart”.

En la actualidad, hay multitud de tecnologías inalámbricas que buscan, en cada caso, cumplir las premisas de ofrecer el ancho de banda suficiente, dentro del radio de acción necesario, y con el menor consumo eléctrico posible que permita, dado el carácter móvil de muchos dispositivos, hacer un uso razonable de estos.

No existe una tecnología que sea la que mejor funciona en todos los ámbitos, sino que cada una tiene una serie de características que hacen de ella una solución adecuada en un entorno diferente. En la figura adjunta se muestra una comparativa sobre los protocolos de comunicaciones móviles con sus propiedades fundamentales, lo que permite elegir la tecnología más adecuada para una finalidad y un entorno determinado.

En cualquier caso, las comunicaciones en sistemas grandes suelen plantearse a diferentes niveles. En una primera red de proximidad se van recogiendo datos de los sensores en unos elementos que se suelen llamar repetidores. Estos, además, en ocasiones, pueden encriptar los datos. En un segundo nivel, los repetidores envían los datos a otros elementos que los encaminan por la red de transporte de nivel superior. Estos elementos se denominan pasarelas. Para comunicar estos niveles se pueden utilizar, por ejemplo, redes mesh (con tecnología inalámbrica Zigbee, por ejemplo) y luego, para conectar con la red de transporte superior se suelen usar tecnologías celulares, como GPRS o 3G o, en el caso de que dichas pasarelas estén conectadas a redes fijas, tecnologías como el ADSL o la fibra óptica.

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